Alfred Nobel nace en Estocolmo en 1833 pero a los nueve años de edad se traslada junto a su familia a Rusia. En San Petersburgo, recibe una esmerada educación en ciencias naturales y humanidades.
En 1863 completa sus investigaciones en el campo de los explosivos con la nitroglicerina. Pero no será hasta 1867 cando consiga la dinamita como resultado de la absorción de la nitroglicerina en un material sólido poroso. Aunque Alfred Nobel no se contentó solo con la dinamita y siguió haciendo investigaciones en el campo de los explosivos. En 1875 descubre la gelignita y en 1887 la balistita. Estos productos fueron muy importantes para la construcción, la minería y la ingeniería, pero sobre todo para la industria militar.
Sus descubrimientos en el campo de los explosivos le proporcionaron una gran riqueza. Pero el sentimiento de culpabilidad por el daño que hubieran podido causar sus inventos en la Humanidad le llevó a crear en 1900 la Fundación Nobel. Esta fundación tenía el objetivo de premiar de forma anual a las personas que más hubieran hecho en beneficio de la Humanidad en los ámbitos de la física, la química, la medicina, la literatura y la paz mundial.
Alfred Nobel también desarrolló su faceta literaria en el género de la poesía. Su obra titulada Nemesis, una tragedia en prosa sobre el episodio de Beatrice Cenci, fue impresa mientras agonizaba. La tirada completa de la obra, salvo tres ejemplares, fue destruida al ser considerada escandalosa y blasfema. Actualmente, además de una edición en sueco, existe otra en francés.
El 10 de diciembre de 1896 fallece Alfred Nobel a la edad de 63 años en San Remo, Italia. En su testamento dejó por escrito que más de la mitad de su fortuna se destinara a la Fundación Nobel.